2.12.09

Memoria del paisaje


Crecí oyendo hablar de lugares al otro lado del mar, mirando postales de puertos europeos, y escuchando a mi abuelo tararear muñeiras. Crecí soñando con esos lugares que prometían tener las respuestas a las preguntas sobre mi historia, preguntas que se perdían en el puerto de una ciudad al sur, cuyo árbol representativo es el ombú, característico por tener la mayor parte de sus raíces fuera de la tierra.

La de mi familia es una historia de idas y vueltas, de migraciones, barcos y aviones, de viajes en los que nunca se sabe si vamos o volvemos. Donde nací, mi familia es extranjera, llevo la nacionalidad de un país en el que nunca viví y en el país de mi familia, yo soy inmigrante.

Tal vez por todos estos ires y venires, llegué a la conclusión de que mi fragmentada identidad no se encuentra en un solo lugar, sino que está dispersa un poco por todos lados, y que me toca juntar las piezas y armarla como si fuera un puzzle que se construye con recuerdos, proyecciones y la huella que en él podamos dejar.

Por medio de “Memoria del paisaje” busco elaborar un nuevo paisaje, personal, resultado de la mezcla, la fusión de los fragmentos de distintos paisajes, de diferentes lugares que se relacionan con el origen de mi familia o con mi historia personal.

Tomando como soporte piedras fósiles, les imprimo fotográficamente un fragmento de paisaje. Estas piedras son portadoras de una doble memoria: propia, por las huellas fósiles que contienen y colectiva, por las imágenes de las que son portadoras. Las piedras las reúno formando un círculo. La instalación en forma circular, se presenta como huellas de uno o múltiples recorridos, que invitan a descubrir un recorrido personal.



Memoria del paisaje
Instalación, fotografía sobre piedra. 2009
150 cm. diámetro